En España las empresas familiares suponen el 90% del total, producen el 57% del valor añadido bruto de la economía y crean casi el 70% de los empleos privados. Además, estas empresas se caracterizan por su vocación de permanencia, razón por la que reinvierten los beneficios y mantienen su compromiso con los territorios donde están instaladas. Ahora el objetivo de muchas es llegar a la cuarta generación. Éstas son algunas de las verdades que se pusieron de relieve en el Congreso anual de empresas familiares que ha tenido lugar recientemente en La Coruña.

También se habló del tema de la sucesión y la duda de si tienen que buscar profesionales ajenos a la familia para pilotarlas o profesionalizar a miembros de la familia propietaria, así como también de la importancia de crecer, puesto que cuanto mayores son las empresas, mayor es su capacidad de invertir en I+D. Lamentablemente pocas son las que tienen oportunidad de crecer y de ahí que sólo el 20% de las pymes esté internacionalizada.

En este encuentro también se presentó un avance del estudio «La dimensión empresarial como factor de competitividad», del que se extrae que un 95,7% de la estructura productiva española no supera el límite de los 10 trabajadores. Un 55,4% no tiene asalariados y un 40,3% tiene alguno, pero no supera los 10. Un 3,6% son pequeñas empresas, un 0,6% son medianas y un 0,16% son grandes. El informe también revela que la media de empleados por empresa de 1,7 trabajadores, muy por debajo de la media europea. 

Teniendo en cuenta la cantidad de empresas familiares que hay en el sector gráfico seguro que todos estos datos reflejan una realidad que también tienen que afrontar, así que por qué no aprovechar las conclusiones que allí se extrajeron. A destacar, el consejo de invertir en que los miembros de la familia se profesionalicen, de modo que los profesionales familiares tomen las riendas, y el ampliar sus mercados en el ámbito internacional.