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Las microfactories y el equipo Mimaki TS55 están de moda

  • Publicado el 28 de Diciembre de 2020

En un momento en el que las casas de moda están replanteándose el formato y la estacionalidad de las colecciones, el futuro de la producción textil digital es prometedor para quienes quieren lanzarse al mercado y para quienes buscan piezas personalizadas. Las microfactories han llegado y no necesitan las pasarelas para ser el centro de atención. Los procesos son más ágiles y sostenibles y la impresora TS55-1800, distribuida en España por Digidelta, es uno de los equipos Mimaki que destaca a la hora de imprimir.

Las microfactories y el equipo Mimaki TS55 están de moda

La evolución de la producción textil digital ha entrado en una nueva era en la que las piezas se hacen a medida a través de procesos más ágiles y sostenibles. Buenas noticias para los diseñadores de moda y otros profesionales que quieren integrar este mercado, para los consumidores que disfrutan de prendas y decoraciones únicas y para el planeta que aplaude un consumo más moderado y una reducción del desperdicio.

Un nuevo concepto: microfactories

La mentalidad de las personas ha cambiado en los últimos años y las grandes marcas han comenzado a compartir el protagonismo con las microfactories. Un concepto que tiene la individualización como consigna y no se deja engañar por la noción de “micro”, ya que se puede adoptar por empresas de todos los tamaños, desde un pequeño estudio hasta una fábrica.

La noción “micro” de la palabra microfactories se asocia al formato de las líneas de producción, compuestas por recursos humanos más especializados y recursos materiales más avanzados. La automatización, digitalización e interconectividad de los equipos acelera y rentabiliza todo el proceso, convirtiendo a las microfactories en una referencia para las “smart factories” que muchos asocian con la Industria 4.0 (Cuarta Revolución Industrial).

El modelo se presentó en Frankfurt el año pasado durante la feria Texprocess y otros eventos del sector (presenciales y online). Son cinco los pasos que distancian la idea de materialización, comenzando por el diseño, donde las muestras físicas dan paso a modelos virtuales y simulaciones 3D. Las nuevas prendas tomaron forma en muy poco tiempo tras pasar por las fases de impresión, corte, costura y estampación.

La customización en las microfactories

¿El enfoque de la customización del producto final puede hacer que la producción en masa sea “démodé”? No tenemos respuesta a esta pregunta, sin embargo, los tiempos están cambiando y muchos profesionales comienzan a cuestionarse: “¿Responder al mercado con cantidad o calidad? Calidad, por supuesto, pero… ¿cómo?”

La respuesta está en las microfactories y la hipótesis de lotes más pequeños o piezas “on-demand” con bajos costes de producción y pocos excedentes de los materiales. Para quienes quieran lanzarse al mercado, esta posibilidad es un “must have”, ya que permite presentar exclusividad creativa y acompañamiento personalizado sin precios desorbitados.

Los detalles marcan la diferencia y la calidad ya no se “tacha” a toda prisa, sino que se “refuerza” con el uso de tecnología de alta gama y tintas certificadas. Razones de peso que hacen “trendy” a las microfactories y a los equipos desarrollados por Mimaki en los procesos de recubrimiento, impresión, tratamiento con vapor y lavado.

Mimaki con la respuesta correcta para la industria textil

La respuesta tecnológica a las microfactories es completa y, en la fase de impresión, el equipo Mimaki TS55-1800 “llena el vacío” con diferentes “estilos” de negocio. Para saber cómo marcar tendencia primero hay que conocerla, por eso compartimos valiosos consejos sobre esta impresora de sublimación textil.

La velocidad máxima alcanzada es de 135m2/h y está equipada con una bobina de papel automática tras la impresión con barra tensora, un secador externo que aumenta la capacidad de secado en un 30% y un sistema de soporte para mini rollo jumbo con 2500m. La altura de los cabezales de impresión se puede ajustar para utilizar papeles de transferencia más finos y las impresiones pueden tener hasta 1,9m de ancho.

Los colores son un factor clave y las tintas SB610, alimentadas en bulks de 2 o 10 litros por color, se diferencian por precios competitivos, innumerables configuraciones, alta densidad, opciones fluorescentes de amarillo y rosa, certificación segura OEKO-TEX en contacto de los tejidos con la piel, menos espesura y menor pulverización de tinta durante el transfer en calandra.

El equipo también “da forma” a las microfactories con diversos sistemas que permiten suavizar las gradaciones de colores (Variable Dot), pasando automáticamente de una botella de tinta vacía a una llena (UISS), detectando inyectores obstruidos y sustituyéndolos (NCU y NRS), reduciendo el efecto de banding (MAPS4) y disminuyendo el número de limpiezas de los cabezales de impresión (Wiper).

Resumiendo, con el equipo Mimaki TS55-1800 en la línea de producción, las tendencias en ropa, incluyendo vestuario deportivo y decoración, se marcarán fácilmente. ¿Primavera/verano, otoño/invierno? Eso ya no importa. Las microfactories han llegado y todo apunta a que no van a ser una “moda pasajera”.

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