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Factura electrónica y morosidad

  • Publicado el 27 de Enero de 2025

La implementación de la factura electrónica es un paso más hacia la digitalización y modernización de todo el tejido empresarial y a partir de este año ya se habrá instaurado en todo el territorio. Una de las ventajas se reflejará en la gestión de las cuentas por cobrar, ya que, con ello, se persigue reducir la morosidad y fraudes, garantizar una mayor transparencia y trazabilidad de las operaciones comerciales, optimizar costes y mejorar la relación con clientes.

Teniendo en cuenta que solo el 16% de las empresas españolas inicia acciones de recobro al vencimiento de la factura es de esperar que esta medida ayude a un cobro sin problemas. Según el Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España que impulsan Crédito y Caución e Iberinform para preservar sus relaciones comerciales, la mayoría de las firmas españolas concede a sus clientes plazos adicionales a los inicialmente pactados. Aquellas que otorgan a sus clientes plazos adicionales superiores a los 90 días antes de poner en marcha acciones de recobro han crecido cinco puntos porcentuales, hasta un significativo 34%.

La Ley 3/2004, de 29 de diciembre, por la que se imponen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales, reconoce el derecho de los proveedores a reclamar intereses de demora si los clientes retrasan el pago de sus facturas. Sin embargo, el porcentaje de empresas que renuncia totalmente a la aplicación de estos intereses se sitúa en el 61%. Solo el 5% de las empresas es sistemático a la hora de ejercer su derecho.

En un contexto de endurecimiento de la política monetaria, el tipo legal de interés de demora aplicable a las operaciones comerciales se sitúa en el 12,25%. Sin embargo, entre quienes aplican intereses de demora, el 84% de las empresas reclama por debajo del 5%. El porcentaje de empresas que reclama el tipo de interés que marca la ley en defecto de pacto ni siquiera alcanza el 1%.

Una gestión optimizada de las cuentas por cobrar es fundamental para minimizar el riesgo de impagos e impulsar la salud financiera de la empresa. Si le sumamos la facturación electrónica, la eficiencia financiera y rentabilidad de una empresa pueden aumentar de forma exponencial.

Algunos de los efectos positivos de la implementación de la factura-e en la gestión de cuentas por cobrar van a ser la rapidez y fiabilidad en los procesos de facturación, seguimiento de facturas y control de pagos en tiempo real, registro detallado de facturas y documentos asociados, reducción de costes operativos y ahorro de tiempo, control documental y cumplimiento normativo y refuerzo de las relaciones comerciales.

Rosa Arza

Editora Prosign
rosa.arza@prosignhoy.com

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