La nueva Revolución Industrial avanza a pasos agigantados, con información en la nube, internet de las cosas, inteligencia artificial, metaverso. Y el sector gráfico no puede quedar fuera de este movimiento. Siendo una de las más consolidadas y tradicionales dentro del escenario industrial brasileño, la revolución de la Industria 4.0 también avanza en el segmento gráfico y quien no sea consciente de ese cambio puede terminar siendo pisoteado por la ola tecnológica.

Como dijo el ingeniero Ricardo Caruso, instructor del programa Industria 4.0 de la Fundación Vanzolini, al sitio web A Voz da Indústria, “con el uso generalizado de la conectividad, la 4ª Revolución trae un nivel de integración que antes no era posible. Esta integración ya está teniendo un profundo impacto en la relación entre consumidores y proveedores, entre diferentes empresas en las cadenas de suministro y entre diferentes áreas de una misma empresa”.

La automatización de billetes en un parque industrial forma parte de esta revolución, y aquí vamos a hablar concretamente del sector gráfico y la conversión de envases. Para este segmento se considera una herramienta muy útil. Pero, mucho más que una herramienta, es una cultura que, bien implementada y arraigada, puede ser un factor determinante para el éxito de una empresa, reduciendo los desperdicios, potenciando el uso de los equipos y difundiendo información entre los trabajadores de la empresa.

La recopilación de datos, el núcleo del problema, se reduce a algunos puntos: ¿para qué se usa, dónde existe, de qué se alimenta, cómo se reproduce? Puede parecer divertido, pero en el fondo así es como funciona y tener estas respuestas puede ser el comienzo de un trabajo prometedor para organizar la producción y generar información que, al final, se convertirá en conocimiento, base de una buena planificación.

La recopilación de datos automatizada puede encontrar inicialmente resistencia por parte de los operadores para ser implementada. Y ganar esta batalla se vuelve fácil cuando se establece la cultura de que la automatización de datos no existe para monitorear personas, sino equipos. Y esta cultura debe venir claramente de la dirección de la empresa.

Es necesario dejar claro que no se está instalando un “Gran Hermano” que supervisará a las personas, al contrario. Con el cobro automático, los operarios ya no realizan una serie de tareas aburridas y repetitivas, sino que pasan a interactuar con los billetes de forma más asertiva e inteligente, entendiendo mejor el proceso en su conjunto.

Lo que se busca, al fin y al cabo, es llegar a un índice preciso de OEE (Overall Equipment Efectividad), cuyo trípode es la disponibilidad, el rendimiento y la calidad. Con la superación individual en cada punto, se avanza hacia la excelencia. Los principales indicadores para determinar el OEE son: Tiempo medio de acierto/cuánto tiempo entre un servicio y otro. Velocidad promedio del equipo. Volumen de pérdida de substrato. Excedentes de producción.

Solo el control de excedentes, según el volumen de producción de la imprenta, puede pagar un proyecto de inversión en una solución de control de notas de producción como el módulo de recopilación de datos de producción Jobtrack del sistema Metrics ERP. Es el caso relatado por Wellington Gomes, especialista en el área, cuando trabajaba en la Editora Abril.

“Jobtrack te permite comprobar la velocidad media que produce la máquina. En lugar de realizar una programación nominal basada en la subjetividad, hace que la programación sea más asertiva, mostrando una mejora significativa con la implementación del sistema, con una precisión de predicción un 30% mayor. Pudimos capturar cuánto produjo realmente la impresora, lo que resultó en una cantidad que pagó el proyecto de instalación de Metrics ERP”.

A la hora de implementar un proyecto de automatización de recopilación de datos, es fundamental tener claro qué hacer con las notas. Recopilar los datos es importante, pero la clave es centrarse en la verificación y la generación de empleo.

Es un sistema de gestión de la producción, pero sus resultados, y la cultura que surge de estos resultados, debe extenderse a los diversos sectores de la empresa y apoyar la toma de decisiones importantes, como la adquisición de nuevos equipos, por ejemplo. Así lo explica Valdir Steinbach Jr., Coordinador de TI de Gráfica 43.

“La recopilación de datos es uno de los puntos más importantes dentro de la producción. Supervise la máquina y su rendimiento, si la máquina puede funcionar a X por hora...El objetivo es acercarnos a esta velocidad y EFI Metrics Jobtrack extrae la mayor cantidad de información precisa posible para apoyar la toma de decisiones como abrir un tercer turno, por ejemplo”.

Esta información debe ser trabajada de forma proactiva, dejando claro a todos dónde estamos y hacia dónde queremos llegar, dando como resultado en indicadores, acciones y decisiones ya durante el proceso, y no solo sirviendo de base para generar informes para la gestión a nivel el final de cada período. Para Lucía Mandragón, Directora General de Grupo Gama en México, contar con la recolección de datos automatizada es vital para el negocio.

“El Jobtrack de Metrics ERP es una herramienta importante para poder atender al cliente con productos de calidad y en tiempo, además de permitir la mejora continua a través de validaciones.”

Como resultado de todo este proceso, tenemos más productividad, máximo aprovechamiento del valor invertido en equipos, rentabilidad consistente, ventas alineadas con la producción enfocadas en la eficiencia. Y, lo más importante, la transparencia y la participación de todos para celebrar los resultados y premiar a los equipos.

Como todo proceso nuevo, es normal encontrar cierta resistencia, y con una verdadera revolución en marcha, esta resistencia puede ser aún mayor. No cabe duda de que el proceso que nos lleva a la Industria 4.0 es irreversible. Y en un análisis más profundo del tema, se llega a la conclusión de que, a pesar de todo el aparato tecnológico, la clave del éxito en todo este proceso es la información. Basta con abrir la puerta adecuada y, como en todo viaje, dar los primeros pasos.